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Psicología general

5 hábitos para mantener un bienestar emocional estable

¿Has apostado por adoptar una rutina de vida que te ayude a cuidar tu salud? Da un paso más y añade estos hábitos para tu bienestar emocional. ¡Merece la pena intentarlo!

¿Qué es el bienestar emocional?

Afortunadamente, en las sociedades occidentales hemos conseguido construir un estado del bienestar que cubre nuestras necesidades más básicas. Abrimos un grifo y tenemos agua, nuestros hogares están dotados de climatización y otras comodidades. Incluso, contamos con cobertura sanitaria y educativa gratuita para todos los ciudadanos.

Es verdad, aún queda mucho por mejorar y siempre se puede avanzar más. Pero, lo cierto es que la mayoría de nosotros no tenemos que preocuparnos por la supervivencia pura y dura, como aún ocurre en otras zonas del planeta. Conviene que no olvidemos esto, porque es el punto de partida imprescindible que nos da pie para poder poner el foco en otros asuntos igual de importantes.

Para empezar, tenemos claro que determinadas rutinas que dependen de nosotros contribuyen a mejorar nuestro estado físico. Así, intentamos comer de forma equilibrada, hacer ejercicio y cuidar nuestro descanso como medidas eficaces para estar más sanos.

Y, aquí viene el siguiente paso, el que más nos interesa ahora. Esto es, fijarnos en hábitos para nuestro bienestar emocional. Es decir, para fortalecer ese equilibrio interior que nos permite afrontar el día, sobreponernos a las dificultades y tener ganas de disfrutar e intentar nuevos proyectos vitales. Sentirte mejor por dentro y por fuera, para disfrutar de una mejor calidad de vida.

5 hábitos para el bienestar emocional

La salud mental y emocional es una de esas asignaturas pendientes que todavía no cuidamos lo suficiente. Más allá de contar con la ayuda de los psicólogos y otros profesionales, hay ciertas herramientas que tienes a tu alcance y que son realmente eficaces para ayudarte a gestionar tus emociones y sentirte mejor.

Unos hábitos de bienestar emocional que te animo a practicar. Sé que tu día a día no es un oasis de tranquilidad, que te esfuerzas por afrontar los imprevistos o los obstáculos y que, a menudo, sientes que te fallan las fuerzas. Pero, de verdad, si intentas trabajar en estas facetas de tu interior, ¡no tardarás en notar el cambio!

1. Dedica un tiempo a conocerte más y mejor

Antes de poner el foco en estímulos que vienen del exterior o de otros condicionantes, es esencial que te mires por dentro. No es la primera ni será la última vez que me oigas hablar de la validez de todas las emociones. Lo que sientes no está mal o bien, esto no es un examen en el que aciertas la respuesta.

Lo imprescindible es que seas capaz de identificar ese sentimiento. Y, más aún, que detectes cuando surge, a qué estás reaccionando. Solo desde el autoconocimiento vas a poder manejar tus emociones.

Consejo: No siempre es fácil indagar en tu yo más profundo. Empieza por marcarte un tiempo. Sí, como haces con el deporte, incluye en tu agenda un tiempo reservado para esta especie de ejercicio mental. No hace falta que sea mucho, empieza por unos 15 minutos al día. Y coge papel y lápiz, escribir tus emociones te ayuda a identificarlas mejor.

2. No dejes que estalle la tormenta

Cada persona es única y sus reacciones también. Hay quienes no soportan un comentario negativo, otros que se molestan profundamente si no se cuenta con ellos. Son pequeños detalles los que van llenando el vaso de nuestro malestar emocional… hasta que una última gota hace que se desborde.

Uno de los principales hábitos para el bienestar emocional precisamente consiste en frenar esa tormenta emocional antes de que estalle. Por eso, de nuevo, el esfuerzo pasa por identificar esos chispazos que te van encendiendo por dentro. Ir atajándolos de uno en uno es la forma más práctica de evitar que se te vaya de las manos.

Consejo: Sé que se ha puesto de moda toda una filosofía de vida basada en la procrastinación. Sin embargo, en lo que se refiere a esas pequeñas cosas que te molestan no te interesa nada dejarlo para otro día, mejor actuar al momento.

3. Hábitos bienestar emocional que aúnan todas tus acciones

A veces nos agotamos porque estamos remando sin sincronizar todas nuestras actuaciones. Imagina que vas a salir a correr y te calzas tus deportivas, pero vas con camisa y corbata. ¿Ridículo, verdad? Pues es lo que hacemos a veces con nuestras decisiones y comportamientos.

Consejo: Simplifica tus motivaciones y tus objetivos. Así te será más fácil identificar qué debes hacer y te ahorrarás muchas contradicciones.

4. El fracaso como parte del aprendizaje

Este es un clásico de la salud mental. Y, añado, uno de esos consejos de vida imprescindibles. Por eso no está de más recordarlo. Los fallos, los errores y las adversidades forman parte intrínseca de nuestro aprendizaje y nuestra evolución personal. ¡Son necesarios!

Consejo: Aceptar los errores no es lo mismo que machacarte emocionalmente por haber fallado. No se trata de juzgarte, sino de analizar qué no ha funcionado y, sobre todo, cómo podrías mejorarlo.

5. Reconfórtate y mímate

Has aprendido a conocerte, a ir poniendo soluciones a lo que te molesta, vas coordinando tu manera de comportarte e, incluso, reconoces tus fallos. ¿Te parece que tienes pocos motivos para recompensarte a ti mismo por tanto esfuerzo? Pues está claro, tu bienestar emocional se queda incompleto si no eres capaz de quererte.

Consejo: No te prives de darte un capricho, un estímulo positivo que sirva para reconocer lo que has conseguido y que te anime a seguir avanzando. Te mereces esa sensación reconfortante de premiar tu esfuerzo.

Poner en práctica estos hábitos para tu bienestar emocional puede ser un poco complicado al principio. Pero, no más de lo que te costaron aquellos primeros días de entrenamiento en el gimnasio y mira lo bien que vas ahora. Con tu estado emocional sucederá lo mismo, se irá retroalimentando según vayas notando las mejoras. Si ves que necesitas un acompañamiento psicológico en tus primeros pasos, sabes que nos tienes siempre a tu lado.

Psicóloga colegiada B-01444. Especialista en Terapias de Tercera Generación. Terapia de Aceptación y Compromiso. Terapia Cognitivo Conductual y Neurociencias. Acreditada como Hipnoterapeuta clínico Experto en Psicosomática.

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