Consejos prácticos para lidiar con pensamientos negativos

¿Tienes la sensación de que todo te sale mal últimamente, que nada de lo que haces o decides funciona? Puede que una parte de esa bruma de negativismo sea producto de tu mente. Te explico cómo lidiar con tus pensamientos negativos y sobreponerte a ellos. ¡Merece la pena!

¿Por qué pensamos en negativo?

La verdad es que, los pensamientos negativos cumplen una función, por mucho que sea tan incómodo tenerlos. Igual que cuando hablamos de esas “emociones negativas”, su principal papel tiene que ver con nuestra supervivencia, con alertarnos de un peligro.

Imagina que estás disfrutando de una ruta de senderismo y el guía comenta que hace poco un excursionista se despistó, se resbaló y acabó con una pierna lesionada. Inmediatamente, te alarmas y te da miedo que pueda sucederte lo mismo. ¿Lo hace para fastidiarte la jornada? No parece lo más probable. Más bien, su intención es llamar tu atención para que camines concentrado y con todos los sentidos despiertos.

Los pensamientos negativos pueden entenderse, en cierta medida, como esa alerta. Tu mente te dice, ¡ojo ahí puede haber un riesgo! Lo normal es que te haga prestar un poco más de atención. Eso sí, una vez que compruebas que el peligro no es tal, sigues adelante sin volver a esa idea.

He simplificado mucho el proceso, porque lo más importante no es la aparición de pensamientos negativos, sino que se queden instalados en tu mente. Es como esa canción pegadiza que odias. A veces te viene a la cabeza por distintos motivos, lo malo es cuando se repite constantemente y no consigues dejar de oírla dentro.

Lo que te propongo son unos consejos muy prácticos y fáciles de poner en marcha, para lidiar con tus pensamientos negativos. Así, consigues que la bola no siga creciendo. Siguiendo el ejemplo anterior, la música deja de sonar en tu cabeza.

Cuando los pensamientos negativos te dominan

La mente es nuestra herramienta más potente, la que nos hace únicos, la que nos permite evolucionar y disfrutar de nuestras vidas. Por eso es tan importante mantener el control, no dejarnos llevar por cierta inercia negativa, y frenar aquellas interpretaciones que pueden acabar limitándonos.

Lidiar con los pensamientos negativos pasa por identificarlos y así, poder valorar hasta qué punto se reiteran o son los que predominan en tu mente. Estas situaciones te pueden servir de ejemplo.

• Pensar que te has equivocado al elegir esa carrera universitaria, es una cosa. Que esa idea te haga abandonar las clases de inglés o ese máster al que te apuntaste porque no vas a sacarlo adelante o no te vale para nada, es escalar en tu grado de negativismo.
• Vale, tu pareja te ha dejado y tu autoestima no atraviesa su mejor momento. Pero, si te lleva a paralizar tu agenda o no querer conocer a nadie, porque nadie se volverá a enamorar de alguien como tú o esa relación será menos profunda, te estás dejando llevar por los pensamientos negativos.

Consejos para lidiar con tus pensamientos negativos

Vamos a romper ese círculo de oscuridad y pesimismo. Porque lo esencial es que, una vez tomes conciencia del problema, te pongas a solucionarlo. Ya verás cómo estas pautas que te propongo te van a ayudar.

1. “Rumiar” impide lidiar con los pensamientos negativos

En Psicología, «rumiación» es darle vueltas y vueltas a una idea de manera persistente y excesiva. Es evidente que nunca es una actitud beneficiosa, pero imagina si lo haces con un pensamiento negativo.

Qué hacer: En cuanto te venga a la cabeza esa idea negativa, cambia el chip. Sal a dar un paseo, llama a un amigo, juega con tu hijo… Preferiblemente, haz alguna actividad física. Está demostrado que el deporte sirve para evadirte y, además, genera serotonina. Ya sabes, ese neurotransmisor que se conoce como la hormona de la felicidad.

2. Un pensamiento positivo por cada idea negativa

Otra fórmula para combatir los pensamientos negativos es tener preparada una batería de ideas positivas para confrontar.

Qué hacer: Te puede ayudar tener una lista escrita de motivaciones positivas a mano para cuando el negativismo te aceche. También, son eficaces esas frases estimulantes que se graban en tazas o en cuadros, para tenerlas visibles y cerca.

3. Evita los impulsores de tu negatividad

Todos sabemos el efecto que tiene en nuestro ánimo y pensamiento escuchar una determinada canción, caminar por un paraje determinado o ver una serie concreta. Pues, aquellos que te conduzcan a pensamientos negativos son los que debes evitar.

Qué hacer: Nadie como tú sabe qué estímulos le llevan a sentirse feliz y cuáles a sufrir. En este momento que intentas lidiar con pensamientos negativos, no se trata de martirizarte, sino de ponértelo lo más fácil posible. Tira de aquello que te da “buen rollo”, no de lo que te provoque ansiedad.

4. No eres perfecto, ¿y qué?

Te has equivocado, tienes limitaciones, no todo te sale bien. Incluso, puedes haber hecho daño a alguien con alguna decisión o actitud equivocada. Pero, hay está tu riqueza, en que tienes todo ese potencial para mejorar, para incidir en tus fortalezas y trabajar en tus carencias.

Qué hacer: ¿Eres un desastre en la cocina? Pues a lo mejor toca asumir que lo tuyo no es estar entre los fogones. Y poner toda tu energía en cuidar las plantas de casa, que te responden con solo mirarlas.

5. No te quedes parado, sigue avanzando

Uno de los efectos más peligrosos de los pensamientos negativos es que te minan tanto que acabas desganado y sin ánimo para seguir adelante. ¡No lo consientas! Aunque suponga un esfuerzo, actívate.

Qué hacer: Introduce pequeños cambios en tu rutina para que se adapte más a tus valores. Por ejemplo, si te preocupa el medioambiente, recicla todos tus residuos y empieza a eliminar el plástico de tu vida. O empieza a consumir productos de proximidad. Estos gestos de coherencia y prácticos te ayudan a reconfortarte contigo mismo.

Tómate estos consejos para lidiar con tus pensamientos negativos como una de las mejores inversiones que vas a hacer en tu bienestar emocional. Si te cuesta ese primer paso, sabes que puedes contar con mi apoyo y el de mi equipo.