¡Ni cobardes, ni excesivamente prudentes! Sentir miedo es una emoción compartida por todos. Eso sí, que sea normal no quiere decir que haya casos en los que nos paralice. Ahí es donde entra en juego la terapia para superar miedos, necesaria para ayudarte.
Cómo funciona el miedo
El papel del miedo en nuestra supervivencia como especie y como individuos es incontestable. De hecho, su función esencial es la de alertarnos ante un peligro. Es más, nos incita a huir para no exponernos y, así, minimizar los riesgos. Parecería, pues, innecesario someterte a una terapia para superar miedos y dejar de contar con una herramienta que te ayuda.
Pero, la percepción de nuestra mente sobre lo que puede hacernos daño es muy amplia y subjetiva. No se limita a esos temores racionales y puntuales. Por ejemplo, el miedo como sistema de protección enfocado a evitar situaciones que pongan en riesgo nuestra integridad física. Aquí, entrarían esos temores tan frecuentes como lógicos:
- El miedo a las alturas. Es más que probable que, una caída nos cause más daño cuanta mayor es la altura.
- A determinados animales. Tener una actitud de prudencia o protección frente a posibles ataques de animales o a las picaduras de otros es más que razonable.
- A la oscuridad. Sin duda, estamos más desprotegidos cuando no podemos ver lo que nos rodea.
Como te decía, también utilizamos el mecanismo del temor para prevenir peligros que nos afectan emocionalmente:
- Siento temor a hablar en público, porque no quiero exponerme a las críticas.
- Temes decir que no a esa propuesta de tu pareja o de tu amigo. No podrías asumir que no entienda esa negativa y se distancie de ti.
- Te da miedo denunciar esa injusticia en el trabajo, ya que podría no secundarte ningún compañero y afrontar tú solo las consecuencias.
El salto del miedo a las fobias
Hasta ahora, me he centrado en la faceta más reconocible y razonable del miedo. Sin embargo, lo más habitual es que percibamos esta emoción como algo negativo. ¿Por qué, si es evidente que nos resulta útil?
En primer lugar, por muy necesario que sea, estar asustado no es agradable. Las reacciones físicas que acompañan a esta sensación van desde el temblor a la taquicardia, poniéndonos incluso al borde de las lágrimas en alguna ocasión. Pero ese no es el problema.
La distorsión viene cuando pierdes el control, cuando el miedo te genera ansiedad, cuando deja de ser puntual y pasa a ser una emoción que determina tu comportamiento. Empieza a limitarte, a impedir que tomes decisiones o te hace abandonar actividades. Y, por supuesto, afecta a la forma en la que estableces tus relaciones personales. Aquí es cuando empieza a cobrar sentido pensar en someterte a una terapia para superar miedos.
De hecho, llegados a este punto, cuando no podemos gestionar el miedo, los psicólogos hablamos de fobias. No quiere decir que un temor descontrolado siempre acabe en fobia, pero es uno de los riesgos que se corre si no se toman medidas. En todo caso, estas diferencias entre fobias y miedos pueden ayudarte a identificar en qué punto te encuentras:
- Las reacciones físicas. Las fobias intensifican el malestar físico que supone exponerte a lo que te provoca un miedo. Aquí entra, por ejemplo, la posibilidad de sufrir mareos o, incluso, vómitos.
- La desproporción. ¿Sales corriendo y gritando, incapaz de evitarlo, solo porque has visto una pequeña araña en el rincón más alejado de un techo muy alto? Quizá es una reacción excesiva si piensas en el riesgo real que supone ese insecto en esas circunstancias.
- Miedo a tu miedo. Pero, probablemente, esa sea la característica más definitiva para saber si lo que sientes es una fobia. Y es que, el miedo descontrolado surge tan solo de recordar o pensar en el objeto de tu temor, no hace falta que te expongas a él.
Terapia para superar miedos
Me ha parecido interesante profundizar en el funcionamiento del mecanismo del miedo y las circunstancias que lo rodean para ayudarte a entender bien las posibles dimensiones del problema. Y, sobre todo, para que entiendas con naturalidad el punto en el que puedes encontrarte.
Seguramente, habrás oído explicar que la forma más eficiente de afrontar el miedo es exponerte a él. De hecho, la técnica principal que se utiliza desde la Psicología es está, la de exponerte ante el objeto o circunstancia que te provoca ese temor o te hace tener un comportamiento evitativo, de huida.
Sin embargo, no es tan simple. Primero porque no es nada fácil ponerte voluntariamente ante una situación que te da pavor. Además, porque hay que graduar la intensidad de esa exposición, la forma en la que se acomete y otros factores que influyen en la reacción de cada persona que está intentando superar un miedo.
Por eso, se han articulado diferentes terapias, para adecuar la forma de esa exposición, que puede ser real o imaginaria y ofrecer distintos mecanismos de abordaje. Estas son algunas de las más habituales.
1. Terapia Cognitivo Conductual
Como siempre que se recurre a la TCC, el objetivo es identificar y modificar el patrón de aprendizaje inicial que desembocó en tu comportamiento actual, en este caso, ese miedo.
Para conseguirlo, se utilizan distintas técnicas de exposición y de desensibilización. No siempre es necesario ponerte frente al objeto de tu temor desde el primer momento. Hay ocasiones en que es más efectivo usar una exposición imaginaria e ir, progresivamente, avanzado. También, en estos tiempos digitales, se pueden usar recursos virtuales en las primeras fases.
2. Hipnosis, como terapia para superar miedos
Especialmente eficaz en los supuestos en los que el verdadero causante del miedo no se identifica porque está enclavado en el subconsciente. La hipnosis permite al terapeuta adentrarse en ese plano no consciente.
3. EMDR
Esta terapia suele relacionarse con el tratamiento de personas que sufren estrés postraumático. Pero, ha demostrado la misma eficacia para superar miedos y fobias.
4. Terapia Breve Estratégica
La ventaja de esta terapia es que se plantea para proporcionar soluciones en un plazo muy breve de tiempo. Por ello, no presta atención al pasado o a indagar en las causas originales de tu miedo. En lo que se centra es en tu presente, en cómo te afecta a ti ese problema en tu día a día.
La idea principal es que cada individuo construye su propia realidad. Va reaccionando de una manera concreta ante un problema. Con la TBE de Giorgio Nardone, el terapeuta va proponiendo soluciones alternativas a esa con la que reaccionabas hasta ahora.
Desde luego, mi recomendación es que nos dejes ayudarte. Sea cual sea la opción elegida, que sea bajo supervisión psicológica cómo afrontas tu terapia para superar miedos.
Psicóloga colegiada B-01444. Especialista en Terapias de Tercera Generación. Terapia de Aceptación y Compromiso. Terapia Cognitivo Conductual y Neurociencias. Acreditada como Hipnoterapeuta clínico Experto en Psicosomática.
